Recordando la historia: Un tie-break de leyenda

Juan Lebrón y Paquito Navarro forzaban el que sería uno de los tie break más ajustados de la historia, en los cuartos de final del Estrella Damm Valencia Open 2019 ante Fede Chingotto y Juan Tello.

Lebrón (izq) y Navarro (drch) en los lances del juego

“¿Y se queda en la red, la bola de Chingotto, la bola de Fede Chingotto se queda en la red! ¡Este partido se merecía un tie break! ¡Y lo vamos a tener!”

Así narraba Lalo Alzueta el final del doceavo juego del tercer set y por ende, el comienzo del tie-break. El pabellón, en ese momento completamente loco con el desempate que se avecinaba, no podía parar de vitorear el nombre de Paquito Navarro.

El partido debía decantarse por una de las dos parejas, y es que tanto una como otra, habían ganado un set. Lebrón y Navarro, se impusieron por 6-4 en el primero, en un alarde de su potencial y superioridad sobre todo en la segunda mitad del curso padelistico de 2019. En su contraparte, Chingotto y Tello, se llevaron el segundo por 6-2, noqueando a los que a la postre serían números uno. De hecho, la superioridad en el segundo set fue tal, que en las entrevistas clásicas de final de partido de Nacho Palencia sucedió una anécdota bastante graciosa. El periodista preguntó, o más bien afirmó que el segundo, había sido el peor set de la pareja en toda la temporada a Juan Lebrón. La cara del jugador gaditano fue un poema y se acompañó con un: “Vaya pregunta me has hecho Nacho”.

Con todo esto, se llegaba a uno de los tie-break más épicos de la historia de World Padel Tour. Servía Lebrón, y tras pocos golpes, el “lobo” fallaba uno de sus mejores golpes; el remate, enviándolo directamente al cristal. En los puntos venideros, servidos por Federico Chingotto, la pareja argentina se los llevaría casi de la misma manera. Remate portentoso gracias a la envergadura de Tello y la casi llegada de Paquito a reventar los golpes. 3-0 para los más jóvenes, pero el desempate seguía muy equilibrado. Un Juan Tello muy crecido no paraba de mandar golpes envenenados, mientras que a Chingotto cada vez se le veía más cansado. Y eso se vio en cómo celebraron el cuarto punto, tras unos minutos de incertidumbre en los que el juez-árbitro debía decidir si Juan Tello tocaba una bola o no. Finalmente, el colegiado decretó que sí lo hizo y 4-0.

En un visto y no visto, la pareja española recortaba distancias y se colocaba 4-2 al cambio de pista. En cuestión de pocos minutos, la tensión del partido aumentó y el marcador se detenía en el 5-3. Tello, visiblemente cansado y al límite, protestó de manera sin sentido una bola que Navarro le envió directa al pie, cosa que el juez-árbitro optó por ignorar. El argentino pidió disculpas al instante, pero se notaba que fruto de la tensión de estar a dos puntos en su servicio, de eliminar a una de las parejas top estaba haciendo mella en los jóvenes. Esto no le impidió hacer honor a su apodo, “Gato”, y voló por un segundo para impactar a la bola en un smash plano que fue uno de los golpes más bellos del encuentro. 6-4 y dos puntos de partido.

Lebrón y Paquito se miraban, preparados para restar, con caras de preocupación. Caer en cuartos de final y no enfrentarse a Galán y Lima en semifinales, sería un duro varapalo para los andaluces. Y fue justo en ese momento, en una situación de completa tensión, Lebrón restó, y la bola se quedó justo entre el cristal y la pista, rompiendo el silencio del público que respondió con un gran: “Uuuuuuh”. Por cosas del destino, Lebrón y Navarro, después de ganar el punto volvieron a tener la misma situación, esta vez con una salida de pared de Paquito Navarro. 6-6 y el público se decantó. La gesta de los andaluces estaba opacando el grandísimo partido de Tello y Chingotto, que pecaron con dos errores de inexperiencia profesional. Primero con una bola al cristal del “gato”, provocada por dos salvadas de Navarro, y segundo, por la impaciencia de un agotado Chingotto, en el único Match Point de los españoles en todo el partido, cuando quiso hacer su primera volea y la mandó a la red.

Gritos de Juan Lebrón y Paquito Navarro como si de un título se tratase. El gaditano y el sevillano terminarían perdiendo en semifinales con Ale Galán y Pablo Lima, con los que cuatro meses después se intercambiarían parejas, pero el haber ganado uno de los tie breaks más épicos de la historia de WPT es algo que siempre tendrán en sus retinas. Por su parte, Chingotto y Tello solo estaban en el comienzo de sus carreras, prueba de ellos es que juntos llegaron a la final del propio Estrella Damm Valencia Open, pero del año siguiente, perdiendo curiosamente con Ale Galán y Juan Lebrón.